No sé si es por el invierno, el frío que ha empezado a secarnos las manos y encresparnos el pelo.
No sé si es por los exámenes que acechan, porque empiezan a surgir ansiedades con la falta de tiempo.
No sé si es porque hemos de tomar decisiones… ¡Pero menudos días!
Por mucho que salga el sol, por mucho que durmamos horas y horas, esa inquietud no se va.
Y empieza la temporada de pensar y torturarse irremediablemente… y como sabía que llegaría, me hice una carta a principios de Junio de este año.
Quién sabe, igual puedes aplicártela:
No te hagas más caso, no sabes nada. Ni cómo es el mundo, ni qué papel tienes en él, ni tan solo lo que quieres; pero no te pases al filosofar.
No te hagas más caso, a veces no eres racional. Y cuando estés haciendo las cosas “que tocan”, te sentirás vacía por no hacer “lo que te apetece”. Cuando estés haciendo “lo que te apetece”, verás que no es suficiente, que no estás “creando algo tuyo”. Cuando “crees algo”, pensarás que no está lo suficientemente bien. Y cuando finalmente consideres que algo de lo que has construido está “perfecto”, cosa que probablemente no llegarás a creerte del todo, ¡no te atreverás a mostrarlo!
Así que, ¿no es mejor que hagas lo que hagas dejes de ponerte pegas?
No sabes lo que quieres, quiérelo aunque no sepas a dónde te lleva.
Precioso Ana, la verdad es que me ha tocado bastante fondo en el momento justo.
PD: He desaparecido en el proyecto en esta segunda foto, pero sólo porque no he tenido tiempo para inspirarme en nada con esa foto. Intentaé estar para la siguiente 🙂
¡Oh, Cris! Muchísimas gracias. Me alegro de que te haya venido bien, para eso lo puse ahí…
No te preocupes por lo del proyecto, en eso está lo bonito, en que hay total libertad. Y si una foto inspira más o más deprisa, bien. Y si no lo hace, también 😀
¡A ver si puedo ponerme al día con las entradas de tu blog! Un besazo 🙂