Y aunque la tristeza atenace tu corazón y aunque el miedo se te clave como una espada… y aunque sientas frío en el cuerpo, y aunque la niebla tape el sol. Y aunque las nubes eclipsen el brillo de tus ojos, y aunque tus pasos se vuelvan torpes… Y aunque las palabras no salgan de tus labios. Y aunque la tristeza esté presente en tu vida…
Pase lo que pase has de saber que tu corazón es esa melodía suave que reconforta, que te quita el miedo, que se lleva la niebla y hace que el sol ilumine el brillo de tus ojos. Tus palabras son las que hacen que los pasos se vuelvan fuertes, las que hacen que una voz resuene en el mundo, las que permiten que la tristeza no esté presente en tu vida. Ese poder está en ti misma, si buscas, si encuentras a alguien que te diga de lo que eres capaz. Si te lo dices tú misma. Si pides ayuda.