Año nuevo

12 meses, 365 días, 8.760 horas, 525.600 minutos, 31.536.000 segundos… Un año puede dar para mucho. Para alegrías y penas. Para puertas cerradas y también para ventanas abiertas.
Y es que en el juego de la vida cada día nos tocan unas cartas que movemos como queremos y podemos, en el juego de la vida ganamos y perdemos.

Echo la vista hacia atrás y este año se difumina con otros anteriores, no puedo ver bien su principio y su fin, pero supongo que empieza y termina en un día como hoy. En las uvas que nunca tomo, en las risas y la música que se escucha durante toda la noche del 31… En las esperanzas que deposito en el año que empieza después de las doce campanadas. En las personas y los sucesos que recuerdo cuando el año llega a sus últimos instantes. Cuando pienso en todo lo que ha sido importante y en todo lo que no había sabido apreciar. Cuando lloro en silencio por las cosas más tristes que ha traído el año, o por las que se ha llevado. Cuando pido que las buenas puedan volver a repetirse una y otra vez a lo largo de la vida. Cuando doy las gracias.

La vida, bueno, siempre nos trae algo nuevo, algo diferente que no puede ser desaprovechado, que no podemos dejar pasar de largo. Que cambia nuestra existencia o que al menos, nos cambia.
Y el tiempo, bueno, pasa tan rápido que debemos hacer de cada momento el último y atesorar todos y cada uno de nuestros sentimientos y recuerdos.

Cada día es único, diferente de todos los demás. Mañana amanecerá igual que hoy, anochecerá igual que hoy… Pero cada una de nuestras decisiones hará que nos levantemos y acostemos siendo distintos. El futuro no deja de ser el presente de mañana. El futuro que vamos a construir poco a poco…
No vivamos conformes, quietos o atemorizados pensando en cuándo empezaremos a vivir nuestra vida, porque esta ya ha comenzado. Es esta, la que vivimos ahora mismo. Ya la estamos creando, y hay que aprovecharla al máximo.

Gracias a todas las personas que han hecho que mi año haya sido único, perdón a quienes haya podido hacer daño. Un beso a los que estáis lejos pero muy cerca de mi corazón.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *